domingo, 26 de febrero de 2017

Deh! vieni alla finestra. - Interpretación

2ª PARTE

Obra: Il dissoluto punito, ossia il Don Giovanni.
Compositor: Wolfang Amadeus Mozart
Época: Clásico, siglo XVIII.


En la primera entrada* de este blog analizamos la partitura y la intencionalidad tonal de la "canzonetta": Deh! Vieni alla finestra! de la ópera Il dissoluto punito, ossia Don Giovanni. Esta vez analizaremos la interpretación de la obra que, aunque parezca sencilla, esconde una filosofía interpretativa bastante importante.

Recordemos el texto de la pieza:

Deh, vieni alla finestra, o mio tesoro,
Deh, vieni a consolar il pianto mio.
Se neghi a me di dar qualche ristoro,
Davanti agli occhi tuoi morir vogl'io!

Tu ch'hai la bocca dolce più che il miele,
Tu che il zucchero porti in mezzo il core!
Non esser, gioia mia, con me crudele!
Lasciati almen veder, mio bell'amore!

*****

¡Asómate a la ventana, oh tesoro mío!
Ven a consolar mi llanto.
Si rehúsas darme algún consuelo,
¡ante tus ojos morir quiero!

Tú que tienes la boca más dulce que la miel,
tú que el azúcar llevas en [medio del] corazón,
no seas, vida mía, conmigo cruel.
Muéstrate al menos, ¡mi bello amor!


Empezaremos por decir que Don Giovanni es un cínico, orgulloso, machista y despiadado personaje que intentará poner todas sus armas en juego para poder conquistar a cualquier mujer que sea de su agrado. Don Giovanni es un joven de "veintipocos" con el único objetivo vital de hacer pasar la vida sin preocupaciones; no tiene nunca remordimientos, ni aun estando delante de su juicio final. Este insolente personaje cree poder hacer todo aquello inmoral y bárbaro sin repercusión alguna: y durante muchos años de su vida, fue así.

Mozart ha analizado a la perfección este personaje, y ha sabido descifrar su carácter con cada una de las piezas o canciones de esta gran ópera. También, cabe destacar que Wolfang, en su momento, escribió la obra pensando en el joven cantante de la compañía teatral, de unos veinte y pocos años, y con una voz no muy grande, sin graves potentes de barítono, y con una sencillez interpretativa propia de la edad.
Tras saber este curioso dato, y después de conocer la intención compositiva de Mozart, cabe destacar que la interpretación de esta canción ha ido denigrando con el paso del tiempo: se ha vuelto una canción "romántica", que muestra "desesperación" por parte del personaje e incluso transmite "pena" hacía la figura de Don Giovanni porque su "amada" no le corresponde... 

Sí, las comillas en todas las palabras anteriores son precisas, ya que las mismas carecen de realidad en el contexto de la obra.

Ni Don Giovanni es un romántico, ni la escena lo es; ni está desesperado ni debemos sentir pena por él; y no, no es su amada: es su juguete en sus manos.

Por qué digo que se ha desacreditado la interpretación de la obra: la mayoría de cantantes que interpretan a Don Giovanni exceden la edad para la que Mozart compuso; intentan, por otra parte, parecer exhaustos de amor cantándole a la doncella de Doña Elvira* desde el jardín. También muestran rasgos interpretativos demasiado populosos ante la criada, haciendo creer al público que Don Giovanni está realmente enamorado.



¿CÓMO SE DEBE INTERPRETAR LA PIEZA?

Avanzábamos que la pieza parece sencilla en su interpretación, pero hay que pensar que se debe tener un corazón de piedra y una cara muy dura en estos 2 minutos y medio de recital.

No hace falta recordar el cinismo del personaje y su egoísmo idílico.

1. No es una escena de amor: hay que tenerlo claro. Es una escena de ironía, de farsa y de intento de seducir a la doncella cómo sea y dónde sea.

2. Don Giovanni no está enamorado de esta criada, más bien intenta sumar una más a su colección; de hecho, mientras canta no estará pendiente de la ventana: estará pendiente de que Doña Elvira no vuelva, e incluso debería mostrarse aburrido en la escena pensando que ya lo tiene todo hecho, y que está perdiendo el tiempo.

3. Mozart hace un trabajo excelente, tanto en la música como en la ejecución de la letra: repite las dos partes y simplemente utiliza Tónica - Dominante (más sencillo imposible). Siempre con la misma cancioncilla. Don Giovanni cantará esta misma melodía a todas las mujeres por igual y sin excepción: si una fórmula funciona, ¿por qué cambiarla?

4. Al protagonista solo le interesa triunfar, así que estará risueño, como si estuviese degustando ya el plato que va a comer. En ningún momento debería estar roto de amor; no puede cogerse el pecho con desesperación porque no son ciertos sus sentimientos.

5. No olvidemos que a nuestro protagonista solo le interesa su sombra; es por ello que no debería, en ningún momento, por ejemplo, cerrar los ojos en señal de súplica, ya que Don Giovanni no suplica: conquista.


Por lo que se refiere a la voz:

I. Don Giovanni es un joven rico que siempre consigue lo que quiere. No necesita una voz grandiosa; más bien la intención es de una voz casi recitada, sin grandes rasgos de pomposidad.

II. La canción debe interpretarse sin sentimiento, sin ganas. Pensemos que hablamos de "la misma cancioncilla": Don Giovanni está harto de cantarla. ¡Ojo, esto es difícil! No significa que cantemos desganados: sino que debemos dar a entender que el personaje está pasando de la escena y esperando a que se acabe ya para recibir su "premio".

III. Solo hay que hacer hincapié en las palabras que se refieren a uno mismo: yo, mío, mi [...]; de esta manera mostraremos el verdadero sentido del personaje y su faceta más real.


En resumen, decir que: "En el personaje a interpretar encontramos a un Don Giovanni con un sentimiento un poco triste obviamente por el amor de su doncella", por ejemplo, significa no entender nada sobre la intencionalidad compositiva de Mozart, o de la intencionalidad interpretativa y característica del personaje.


Como oyentes de esta representación, no debería transmitirnos ternura, amor o tristeza por el desaire de la doncella; debería provocarnos confusión, risas (porque se está burlando de la doncella), e incluso, ganas de gritarle a la doncella que le tire una maceta a la cabeza, pero en ningún caso debe contagiarnos un sentimiento de amor o afecto.

Los interpretes no deben "romantizar" la obra ni la deben hacer como si les fuera la vida en ello: no es una escena de amor platónico.








* Doña Elvira es, al parecer, de quien Don Giovanni está enamorado; pero mientras Leporello, criado del Don Juan entretiene a Doña Elvira fuera de su casa, Don Giovanni aprovecha la ocasión para tirarle los tejos a la criada de Doña Elvira. ¡Todo un caballero!

domingo, 1 de enero de 2017

CARMINA BURANA - Fortuna Imperatix Mundi - O, fortuna! - Introducción

Autor Letra: Anónimo (XII-XIII)
Compositor: Carl Orff (XX)

La fuerza, el ímpetu, la valentía; fluir, gozar, reír, disfrutar... Esto es lo que pretende la trova que se describe en Carmina Burana (Poemas de Bura). Una obra escrita para suscitar al pecado y desafiar las leyes teocentristas de la Edad Media.

Unas rimas que incitan el interés por los placeres terrenales, por el goce de la vida, por el amor carnal y por el disfrute de la naturaleza. Una crítica, con tono sátiro, hacía los estamentos sociales burocráticos y eclesiásticos.

Y aunque se critican todos los estamentos de la sociedad, el clero y la realeza se ven claramente en el pedestal de las mayores críticas.
En su momento, escribir esta oda fue retar al clero y a los nobles por sus ideales y contra su único dios: el hecho de haber más dioses (como se creía en la antigua Grecia y Roma) enfureció a la Iglesia e hizo prohibir estos cánticos profanos, que quedaron ocultos hasta que, en el s. XIX,  Johann Christoph von Aretin los descubrió en la abadía de Benediktbeuern, en Baviera.

Conocida la historia de estos cánticos o poemas, analizaremos un poco más al detalle la primera parte de Fortuna Imperatix Mundi (Fortuna que imperas el mundo), de Carl Orff: O, fortuna (¡Oh, fortuna!)
La Diosa Fortuna era la deidad más poderosa que regía las almas de los romanos: era la diosa de la buena y la mala suerte, de lo correcto y lo malo, y de la fertilidad. La conciencia de los romanos estaba predispuesta por los dados de Fortuna (según se creía).



TONALIDAD/MELODIA

En este caso, podríamos hablar de modalidad en vez de tonalidad, ya que predispone al oyente en un Re menor modal, o sea, el do no está sostenido, #do, por lo que la tonalidad no aparece. Recordemos que los modos menores se caracterizan por su séptimo grado alterado medio tono ascendente, es decir, contienen una sensible. En este caso no existe tal nota.
Pandiatonismo 
El uso exclusivo de grados diatónicos. No utiliza contrapuntos extraños a la tonalidad; tampoco hay una utilización de modulaciones o de cromatismos.
Primitivismo 
Recordemos que los poemas buranos se escribieron en la Edad Media, así pues, la música debe estar acorde con los versos. Es por ello que Orff emplea el primitivismo: un estilo antirromántico, donde el uso preferente de la percusión invade el escenario sonoro. También, la utilización del obstinato continuo tanto en la melodía como en el acompañamiento refuerza el sentido rítmico de la obra. 
En el primitivismo, el uso del movimiento de segunda entre notas es característico: la melodía se mueve por movimientos cortos entre notas y no tiende a dar saltos.


Procedemos a ver la ejecución de la melodia, por sencillos pasos de 2ª:
MI (E) - FA (F) - RE (D) - RE  ---  LA (A) - SOL (G) - LA - SOL - SOL - FA - MI


LEYENDA: 
  melodia
  cadencia tonal
  semicadencia de dominante
  proceso cadencial




TEXTURA:

Claramente, la textura que se aprecia desde el inicio es homofónica: todas las voces cantan en bloque, sin contrapunto posible a la melodía, ya que ésta se forma con tutte le voce (todas las voces).
Orff, en este inicio, esconde un ritmo continuo que no perece, y unas voces casi al unisono que fortalecen la armonía de la pieza. Se dedicará, simplemente, a recitar los versos, de manera pausada, del poema. No utiliza florituras; su grandeza reside en la potencia armónica y en el uso de los bajos y las notas tenutas.
Contraste
El contraste está presente en todo momento. Aunque no podamos verificarlo con tan pocos compases analizados, al ver la partitura entera encontraremos que el tema se presenta en un registro medio-cómodo y en un matiz pp, mientras que en la segunda parte (o reexposición del tema) encontramos que el tema se presenta en un registro más agudo y con ff. El contraste es una de las características más relevantes del Carmina Burana.


ARMONÍA:

A la vista nos puede parecer que Orff emplea una armonía compleja y difusa: nada más lejos de la realidad. Pero a su vez, esta armonía puede simplificarse hasta el punto más sencillo: dominante - tónica. Véase la leyenda anterior.

Se emplea pandiatonismo: un uso extenso de la tonalidad principal, siendo ésta propuesta para modulaciones continuas a tonos vecinos, modos o, gradualmente, a los tonos vecinos o lejanos.

En la siguiente imagen veremos como está formada la armonía de la introducción:


Si llegamos a visualizar que la tónica (RE) está presente en la primera parte (compás 1) y la dominante lo está en la segunda (compás 2 y 3), veremos claramente el contraste de cadencias.



CURIOSIDADES

Como curiosidad, cabe destacar que Orff emplea una característica propia de la polifonia del siglo XVI como es la utilización de la redonda en la vocal O inicial, como ya se hacia en la época citada.
Vemos varios ejemplos en los siguientes enlaces:

O bone Jesu - Palestrina
O magnum mysterium - Tomás Luis de Victoria


Enlace de WikipediaPolitonalidad - Bitonalidad
Partitura: MEGA - La Sexta Aumentada - O fortuna



Agradecer al profesor Tomás Gilabert por su colaboración en este escrito.
Gracias.